M. B.
30 KILOS MENOS
Supongo que como la gran mayoría de la gente que llega a la consulta de Ylenia, yo llevaba muchos años queriendo perder peso, pero perder peso de verdad. No perder 5 kilos ahora y ganar 8 después. También supongo que mucha gente ha pasado por lo mismo que yo: “voy a hacer dieta”, y la haces, pero no la haces bien o te cansas o no la acompañas con ejercicio o ahora no es el momento (estoy estresada, estoy triste…). Al final, cualquier excusa es buena y tú no tienes la culpa porque lo has intentado, pero siempre te acabas dando cuenta de que no es así, de que podías haber hecho más.
En mi caso, mi mentalidad cambió, gracias a un cambio en mi vida. Cambié de estudios a algo que me resultaba mucho más gratificante y que me ayudó a sentirme mucho mejor mentalmente, pero siempre me faltaba el encontrarme bien conmigo misma físicamente.
Hace casi 2 años, me fui de Erasmus y todos los que os hayáis ido o sepáis de alguien que se ha ido, sabéis lo que se dice “todo el mundo engorda mucho de Erasmus”. Yo ya pesaba 90,5 kg, midiendo 1,60, cuando me fui y me dije a mi misma “no puedes ser una más, no puedes permitirte ganar ni un gramo”. Así que, desde el primer momento que puse un pie en mi destino, cambié mi dieta radicalmente, en mi despensa sólo había: pollo, pescado, ternera, verdura, huevos, fruta y arroz. Nada de pasta (siempre ha sido mi punto débil) y nada de dulces, precocinados… Todas mis comidas consistían en verduras más algo.
Evidentemente, estaba de Erasmus, es decir, salía y me tomaba mi cervecita o iba a cenar fuera, pero reducía al mínimo las comidas fuera de casa para evitarme tentaciones innecesarias. Además, estaba en una ciudad pequeña, lo que conllevaba andar, andar y andar y subir mil escaleras al día. Gracias a este cambio de hábitos, sin ser tampoco la situación ideal para ponerse a perder peso, perdí 8 kilos en 3 meses yo sola y, en ese momento pensé: si he conseguido esto, ¿por qué no voy a llegar a mi peso adecuado?
Después tuve un pequeño accidente, un resbalón con el hielo (cómo no, estando en Bélgica), lo que me tuvo 2 meses inmovilizada, sin poder moverme y dependiendo de que los demás me hicieran la comida. Fue un paso atrás, sí; pero el chip que tenía que cambiar en mi cabeza ya había cambiado.
Unos meses más tarde, hace casi 1 año, decidida a volver a conseguirlo y ya recuperada para poder comenzar a hacer ejercicio, me encontré con Ylenia y pensé “qué mejor que hacer esto acompañada, guiada y ayudada por alguien que realmente sepa cómo hay que hacer las cosas y que me controle para tampoco pasarme a un extremo poco saludable”. Así que la llamé, pedí hora y fui.
Sé que es la mejor decisión que pude tomar. Ylenia no es un sargento, no te da órdenes ni te regaña como si fuera tu profesora. Ylenia, desde el primer día en el que entras a su consulta, te enseña: te enseña a comer, te enseña a cómo enfrentarte a la comida, a cómo no premiarte, a cómo no calmar la ansiedad con comida, a cómo no centrar tu mundo en la comida, a cómo relacionarte y mantener tu vida social sin necesidad de comer cosas que no debes… En definitiva, a cambiar tu relación con la comida y a enfrentarte a situaciones difíciles de una manera adecuada y sana. Y, todo esto, sin pasar hambre y permitiéndote cierta libertad a la hora de crear recetas nuevas que hacen que no te aburras de lo que comes.
Y aquí estoy, 9 meses después, 30 kilos menos, un cuerpo nuevo, una mente nueva y, sobre todo, una persona mucho más feliz y, no solo por verme guapa o porque la gente me diga lo bien que estoy, sino porque sé que esta es la recompensa que tantos años llevaba buscando y que la he conseguido yo, sin ayudas de las mal llamadas “dietas milagro”, suplementos, pastillas… Puedo decir que este logro es mío y solo mío (bueno, también de Ylenia, claro).
Si estás leyendo esto antes de empezar, no lo dudes, hazlo; si quieres, puedes. Si acabas de empezar, el camino parece largo pero, gracias a Ylenia y su forma de trabajar, se hace corto y gratificante. Si ya has recorrido una gran parte del camino, estoy segura de que ya estarás de acuerdo conmigo.
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