M. P.

13 KILOS MENOS

 

Nunca he estado contenta con mi cuerpo, puesto que ya desde niña he sido una persona “gordita” y bueno… ya sabéis cómo son los niños, se encargan de recordártelo día tras día. Pasé los años de adolescencia con un peso normal pero con los años había ido ganando poquito a poco de peso hasta llegar a un exceso de peso ideal de 12-13 kilos. Me resultó difícil dar el paso a contactar con un profesional, ya que mi familia y amigos me insistían en que estaba guapísima y perfecta en ese cuerpo y que no debía hacer ningún tipo de régimen puesto que no me sobraba ni un gramo. Esto es algo que hacían con toda su buena intención sin darse cuenta de que lo mejor que podemos hacer por nuestros seres queridos es verlos dentro de un cuerpo sano y felices en él.

 

Un día me topé con Ylenia, leí lo que decía en su web y me gustó mucho la atención que prestaba al vínculo emocional con la comida, creía que eso era lo que realmente tenía que trabajar yo, así que me decidí y contacté con ella. Fue fácil empezar, comienzas con ganas de cambiar y cuentas con el apoyo de Ylenia, que sabes que siempre está ahí disponible para cualquier duda y para darte ánimos. Todo este tiempo he aprendido no lo que engorda y lo que no (eso es algo que más o menos todos sabemos) sino cómo hay que comer, qué hábitos debemos tomar. Además, he aprendido algo fundamental y es que la comida no es una buena manera de premiarse y que debemos darle a la comida la importancia que tiene, no más.

 

Es duro en nuestra sociedad a veces darse cuenta de esto último cuando todo lo celebramos con comilonas y cuanta más comida y más hipercalórica parece que es mejor. Al principio intentas evitar este tipo de eventos, pero luego ves que puedes ir y disfrutar de la compañía comiendo lo que tú puedes comer sin pasarte y te das cuenta de que disfrutas mucho más que antes siendo tú el que controla la comida y no ésta a ti.

 

Hoy, después de perder esos kilos que me sobraban y pesaban tanto sobre mi cuerpo como sobre mi estado anímico, me encuentro feliz. Feliz en el cuerpo que me corresponde y feliz de haberle ganado la batalla a la comida. La comida sigue estando ahí, y siempre va a estar, pero verla y saber que decido yo sobre ella y no ella sobre mí es una completa liberación.

 

Y aunque ahora me queda el camino más duro, que es el de mantenerme así, creo que con los consejos que me ha ido dando Ylenia a lo largo de todo el tratamiento, podré seguir adelante y mantenerme en este cuerpo que sí me corresponde y que no quiero volver a perder.

 

Mi consejo a todos aquellos que saben que les sobran unos kilos, por pocos que sean es que no escuchen lo que los demás les dicen sino que den el paso, es el paso hacia la salud y el bienestar.

© Ylenia López-Llata

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